Por: Gabriel Barraza
En el Valle de Juárez ha empezado a florecer el cempasúchil, el cual forma parte del color y olor de la tradicional celebración de Día de Muertos.
Desde hace décadas, los agricultores del poblado de Loma Blanca cultivan la flor para que las familias fronterizas construyan el esperado puente entre la vida y la muerte que cada 2 de noviembre los reúne con sus seres queridos que se han ido de esta vida.
Entre Riberas del Bravo y el poblado de San Isidro, es donde se encuentra Loma Blanca, allí desde julio, los campos son preparados para este momento.
Empieza a crecer la plantación y en octubre, el paisaje verde de la carretera Juárez Porvenir se convierte en un paisaje amarillo y naranja, esto se debe a que el cempasúchil ha florecido.
Los campos se aprecian radiantes durante este mes hasta el día 27, cuando la flor se corta para utilizarse en altares y campos santos en el tradicional Día de Muertos.








